Centenario de la Declaración de guerra del Imperio Austro Húngaro a Serbia, comienzo oficial de la Primera Guerra Mundial.
28 de Julio de 1914 - 28 de Julio de 2014
28 de Julio de 1914 - 28 de Julio de 2014
El 28 de julio de 1914 un corto mensaje telegrafiado enviado por el Imperio Austro Húngaro a Serbia desencadena en forma oficial la terrible y trágica Primera Guerra Mundial.
El telegrama donde escuetamente Austria Hungría le declara la guerra a Serbia, en un principio generó dudas acerca de su veracidad, pero en poco tiempo se confirmó su autenticidad. Lo escueto demostraba de una vez el nivel de odio y desprecio enorme hacia los serbios sobre un hecho realmente aislado como fue el asesinato del Archiduque Francisco Fernando asesinado un mes antes, pero que fue magnificado al máximo como si fuera una afrenta realizada a cada ciudadano de Austria Hungría por parte de cada serbio. Es decir, el asesinato del Archiduque era un evento trágico y doloroso pero que solo afectaba era a la familia real gobernante del imperio Austro Húngaro, más allá era simplemente un pretexto para hacer estallar un conflicto que se creía se podría resolver rápidamente por la vía militar.
Nunca se debe minimizar a los enemigos y más aún cuando de alguna forma el rival tiene el apoyo de alguien que puede responder y producir daño. Aunque Serbia era un país pequeño y no era un rival digno de enfrentar al poderío de los Imperios Centrales, había logrado a través de alianzas tener por ejemplo a Rusia de su lado. Es increíble pensar que Rusia sería detenida con facilidad, conociendo que solo menos de un siglo antes, esta potencia había derrotado nada menos que a uno de los grandes generales de la historia Napoleón Bonaparte. Pareciera que la derrota de Napoleón en manos de los Rusos no hubiera dejado enseñanzas en naciones con un alto nivel cultural y con grandes conocimientos técnicos y militares como Alemania y Austria Hungría.
Es decir, la historia no perdona a los que ignoran o creen que lo que sucedió a otros antes, no volverá a suceder a los que intenten realizar lo mismo. La historia deja enseñanzas que deben ser analizadas y tenidas en cuenta para no volver a cometer los mismos errores. Errores que se terminan pagando muy caro.
La guerra declarada a Serbia en 1914 fue una de las decisiones más inútiles tomadas en la historia, no benefició a nadie. A todos los rivales los sumió en la desgracia y el sufrimiento humano fue devastador. Ninguno se puede declarar que ganó en ese conflicto y aunque luego se culpó a Alemania y se le obligó a reparar los daños con condiciones desproporcionadas, terminó al final siendo la semilla de un conflicto aún más atroz la Segunda Guerra Mundial
En el centenario de este acontecimiento pareciera que el escenario mundial no hubiera cambiado. Nuevamente hay guerras y conflictos aislados pero que involucran a las grandes potencias mundiales de la actualidad y que pueden escalar fácilmente en cualquier momento. Al igual que hace 100 años, los líderes con mayor poder en el mundo siguen realizando alianzas estratégicas solamente teniendo en la mira sus intereses particulares y en la que nuevamente el mundo se polariza peligrosamente y se trata de demostrar el poderío alcanzado entre sí . Pero a diferencia de hace 100 años, existe mayor poder de destrucción y capacidad militar ya no solo de infringir un grave daño a los enemigos sino a todo el mundo en un instante. Hace 100 años no existía la tecnología nuclear que de activarse sin control simplemente destruiría a la humanidad y al planeta entero.
En definitiva, hace 100 años se envío un telegrama que realmente activó un conflicto mundial de proporciones dantescas solamente por olvidar que las guerras solo traen sufrimiento a ambas partes. Además así como se ignoraron las consecuencias de las guerras napoleónicas en Europa, volvieron a generar una guerra que terminó siendo peor que aquella, pero al contrario de servir de escarmiento se escaló aún en otra peor y nuevamente en el centenario de este trágico suceso, parece que la conciencia del escarmiento y sufrimiento sufrido caen en una peligrosa amnesia histórica, que de ignorarse irresponsablemente escalará no solamente en consecuencias aún peores y con mayor sufrimiento humano incluido.
El telegrama donde escuetamente Austria Hungría le declara la guerra a Serbia, en un principio generó dudas acerca de su veracidad, pero en poco tiempo se confirmó su autenticidad. Lo escueto demostraba de una vez el nivel de odio y desprecio enorme hacia los serbios sobre un hecho realmente aislado como fue el asesinato del Archiduque Francisco Fernando asesinado un mes antes, pero que fue magnificado al máximo como si fuera una afrenta realizada a cada ciudadano de Austria Hungría por parte de cada serbio. Es decir, el asesinato del Archiduque era un evento trágico y doloroso pero que solo afectaba era a la familia real gobernante del imperio Austro Húngaro, más allá era simplemente un pretexto para hacer estallar un conflicto que se creía se podría resolver rápidamente por la vía militar.
Nunca se debe minimizar a los enemigos y más aún cuando de alguna forma el rival tiene el apoyo de alguien que puede responder y producir daño. Aunque Serbia era un país pequeño y no era un rival digno de enfrentar al poderío de los Imperios Centrales, había logrado a través de alianzas tener por ejemplo a Rusia de su lado. Es increíble pensar que Rusia sería detenida con facilidad, conociendo que solo menos de un siglo antes, esta potencia había derrotado nada menos que a uno de los grandes generales de la historia Napoleón Bonaparte. Pareciera que la derrota de Napoleón en manos de los Rusos no hubiera dejado enseñanzas en naciones con un alto nivel cultural y con grandes conocimientos técnicos y militares como Alemania y Austria Hungría.
Es decir, la historia no perdona a los que ignoran o creen que lo que sucedió a otros antes, no volverá a suceder a los que intenten realizar lo mismo. La historia deja enseñanzas que deben ser analizadas y tenidas en cuenta para no volver a cometer los mismos errores. Errores que se terminan pagando muy caro.
La guerra declarada a Serbia en 1914 fue una de las decisiones más inútiles tomadas en la historia, no benefició a nadie. A todos los rivales los sumió en la desgracia y el sufrimiento humano fue devastador. Ninguno se puede declarar que ganó en ese conflicto y aunque luego se culpó a Alemania y se le obligó a reparar los daños con condiciones desproporcionadas, terminó al final siendo la semilla de un conflicto aún más atroz la Segunda Guerra Mundial
En el centenario de este acontecimiento pareciera que el escenario mundial no hubiera cambiado. Nuevamente hay guerras y conflictos aislados pero que involucran a las grandes potencias mundiales de la actualidad y que pueden escalar fácilmente en cualquier momento. Al igual que hace 100 años, los líderes con mayor poder en el mundo siguen realizando alianzas estratégicas solamente teniendo en la mira sus intereses particulares y en la que nuevamente el mundo se polariza peligrosamente y se trata de demostrar el poderío alcanzado entre sí . Pero a diferencia de hace 100 años, existe mayor poder de destrucción y capacidad militar ya no solo de infringir un grave daño a los enemigos sino a todo el mundo en un instante. Hace 100 años no existía la tecnología nuclear que de activarse sin control simplemente destruiría a la humanidad y al planeta entero.
En definitiva, hace 100 años se envío un telegrama que realmente activó un conflicto mundial de proporciones dantescas solamente por olvidar que las guerras solo traen sufrimiento a ambas partes. Además así como se ignoraron las consecuencias de las guerras napoleónicas en Europa, volvieron a generar una guerra que terminó siendo peor que aquella, pero al contrario de servir de escarmiento se escaló aún en otra peor y nuevamente en el centenario de este trágico suceso, parece que la conciencia del escarmiento y sufrimiento sufrido caen en una peligrosa amnesia histórica, que de ignorarse irresponsablemente escalará no solamente en consecuencias aún peores y con mayor sufrimiento humano incluido.
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