La noche de los cristales rotos, cuando el hombre y la sociedad pierden la noción de la realidad y generan tragedias injustas.

La noche de los cristales rotos, cuando el hombre y la sociedad pierden la noción de la realidad y generan tragedias injustas y peores que las calamidades naturales.

Los días 9 y 10 de noviembre del año 1938 creo que deben ser considerados en la historia como días infames, en los cuales la ignominia, la violencia, la maldad y el odio, nublaron la razón y cerraron el corazón de muchos alemanes, que descargaron toda su furia contra la Comunidad Judía residente y hasta los que nacieron en Alemania.

Es una muestra de como existen ideas que no deben prosperar, que en nombre de una mal llamada libertad de expresión se excusan para sembrar cizaña en los corazones y llevar a las personas cual autómatas a cometer actos de barbarie.  Debe existir la libertad de expresión, pero tiene como límite el bien común y la sensatez.

El caudillo más no líder Adolfo Hitler, fue capaz a semejanza de un virus transmisible de propagar e inyectar su odio irracional a un pueblo tan avanzado en cultura y ciencia como el alemán.  Pero la maldad no tiene nivel social o cultural y las ideas son realmente muy poderosas y juegan un papel fundamental en el comportamiento de los individuos.  La Alemania de los años 30 fue un caldo de cultivo de unas ideas sin fundamento que habían aparecido en Europa a finales del siglo XIX y de las que se aprovechó hábilmente un hombre malvado más no tan demente como Hitler, que utilizó su inteligencia y su capacidad de persuasión para envenenar y hacer atractiva su idea de la mal llamada superioridad racial y lo peor llevar a cabo su plan de depuración del pueblo alemán que encontró en la pujante comunidad judía uno de sus chivos expiatorios, aunque no la única porque muchos grupos y comunidades minoritarias sufrieron también el rigor de la maldad nazi.

Los vencedores de la Primera Guerra Mundial además de imponer realmente duras condiciones al pueblo alemán, que nadie puede negar, actuó también en forma hipócrita al descargar la responsabilidad total de la guerra a los alemanes como si las atrocidades de la guerra fueran cometidas sólo por ellos en el mal llamado Tratado de Versalles, que en vez de traer la paz fue la excusa perfecta para desencadenar la siguiente gran guerra.

El pueblo alemán en la década de los 30 estaba sucumbiendo económicamente a las exageradas reparaciones de guerra que ningún país del mundo estaba en condiciones de poder pagar y cumplir a cabalidad.  Por lo tanto mientras la vida en los países aliados había caído en la bohemia o buena vida, el nivel de estrés y frustración en los alemanes había llegado a un punto muy peligroso.  Cuando se produce la caída de Wall Street en 1929,(La Gran Depresión) el resto del mundo despierta de un buen sueño a una realidad apocalíptica apremiante, que llevó a la quiebra y a la ruina a innumerables empresas y personas en todo el mundo.  Una forma de paliar la situación era seguir forzando a los alemanes a que cumplieran con las condiciones de las reparaciones de guerra impuestas en 1919.

En Alemania por su parte a pesar de la difícil situación económica, apareció un mal peor, la envidia.  Resulta que los judíos residentes en ese país habían alcanzado algo de fortuna y prosperaban gracias a su propio trabajo y esfuerzo.  Y cuando alguien prospera o logra algo, no siempre es reconocido su esfuerzo o mirado como el ejemplo a seguir, sino que ocurre lo contrario, la envidia hace oscurecer la razón y deja aflorar el odio o resentimiento, que en Alemania fue avivado por las ideas del Partido Nazi  quienes pregonaban que los males provenían de los judíos y todos aquellos grupos minoritarios del país, que había que eliminar como si de un sacrificio antiguo se tratara a dioses paganos para volver a traer la buena fortuna a Alemania.

Los Nazis fueron ganando popularidad y alcanzaron el poder en Alemania, sin embargo, esto no les fue suficiente y la ambición desmedida de sus líderes, buscaba ya no recuperar a Alemania de su debacle económica sino que su teoría de que eran miembros de la raza Aria superior, consideraban que estaban en su derecho de reclamar el poder absoluto en el mundo.  Para ello su propaganda política primero se centró en marginar política y económicamente de la sociedad a los que hacían impura la raza Aria, pero el frenesí de los abusos contra los judíos que fueron los principales afectados ya no era suficiente para calmar los ánimos exaltados de los alemanes sino que ya estaban ávidos de sangre, riquezas y violencia.

En 1938 los Nazis realizan una purga o castigo contra los judíos tomando como excusa la muerte de Von Rath, quien fallece el 9 de noviembre de ese año, luego del atentado cometido por un joven judío en Francia que se había enterado de los graves vejámenes que los alemanes habían cometido contra su familia que fue una de las expulsadas de Alemania hacia Polonia y que clamaba por ayuda ya que al no ser recibidos por los Polacos, estaban abandonados en la frontera y los que no morían allí por las duras condiciones eran trasladados a los campos de concentración.  Esto no justifica el acto cometido por el joven judío ni tampoco la repugnante excusa que esperaban los Nazis para arremeter violentamente contra los judíos, a los que estaban ya tratando duramente y sin compasión alguna. Los Nazis ya habían planeado realizar esta incursión contra los Judíos y fue algo que no solo aconteció en Alemania sino también en Austria, la patria del déspota Nazi Adolfo Hitler.  Los Nazis realizaron lo que ya se conocía como Pogromos o actos violentos que consistían en el linchamiento multitudinario de todo un grupo étnico, religioso o de otro tipo y que incluía la confiscación o destrucción de todos sus bienes.  El primer Pogromo de la historia del que se tiene noticia ocurrió en Rusia a finales del siglo XIX luego del asesinato del Zar Alejandro II.

Para el 10 de noviembre de 1938 las cifras evidencian la magnitud de los excesos cometidos por la perversidad de los Nazis y que llevaron a denominar los hechos como Kristallnacht o la Noche de los Cristales Rotos.   Estas son las cifras, según wikipedia:

*1.574 Sinagogas destruidas.

*Profanación de los cementerios judíos.

*Destrucción de más de 7.000 tiendas o centros de comercio y 29 almacenes que eran de propietarios judíos.

*Linchamientos hasta morir de judíos a manos de las turbas enfurecidas incluso con el apoyo de las autoridades.

*Más de 30.000 judíos fueron deportados a los campos de concentración.

*En Austria las 94 Sinagogas de ese país fueron total o parcialmente destruidas.

*A los judíos Austriacos los obligaron a fregar los pisos frente al escarnio de sus propios conciudadanos.

*No se escaparon del terror ni los propios ciudadanos alemanes que solo tuvieran algún rasgo parecido a los judíos.

Estos datos son escalofriantes y reflejan la magnitud de los acontecimientos ocurridos.  Demuestran como hasta los sitios de oración no fueron respetados y probablemente las víctimas mortales fueron mayores de las que fueron calculadas y los que fueron deportados a los campos de concentración prácticamente fueron condenados a muerte.

El nombre de los Cristales Rotos fue acuñado por la cantidad de vidrio que inundaron las calles, al ser golpeadas y destruidas las vitrinas y es que prácticamente no dejaron ventanas intactas.

Esto nos parece un evento de hace mucho tiempo, sin embargo, solo 75 años se cumplen en 2013, lo que indica que todavía pueden vivir aunque con edad avanzada personas que presenciaron los hechos, fueron partícipes del hecho o sufrieron consecuencias de aquella noche fatídica.

También parece ser un evento superado, cuando en realidad es todo lo contrario.  Hoy existen múltiples grupos étnicos o comunidades humanas que padecen discriminaciones y maltratos de todo tipo, solo basta citar, que los Judíos son detestados sobre todo en Oriente Medio, los Palestinos que son a su vez la contraparte directa de los Judíos, los Gitanos que aún deambulan por varios países como desterrados, los Kurdos que tienen una gran población y que no tienen patria, algunos pueblos en Rusia y los Tibetanos en China, por lo tanto, estos son solo algunos ejemplos, la lista es aún mayor.

Sin embargo, el caso de los Judíos es el más particular de todos, detestados inicialmente por motivos religiosos desde la antigüedad y más recientemente por cuestiones raciales, han sido uno de los pueblos más sufridos del mundo.  No entiendo como aún hoy en día se les culpa de la muerte de Jesucristo.  Es verdad que en la Biblia y principalmente en el Nuevo Testamento se afirma que los que acusaron injustamente a Jesús dijeron que su sangre caiga sobre nosotros.  Pero también hay que entender que en el contexto y la situación de enojo se dicen muchas cosas contra los que se odian, pero que culpa tiene una persona en la actualidad de un acontecimiento de hace 2.000 años, eso no tiene lógica.  Es como si el hijo de un asesino tuviera que pagar cárcel por el solo hecho de ser hijo de un delincuente.

Eso creo yo es de las cosas más injustas que existen en la actualidad, personas como cualquiera de nosotros, siendo discriminados y sometidos a condiciones aberrantes por el solo hecho de nacer en un determinado lugar o pertenecer a un determinado pueblo.

Yo soy Católico, pero que razones tendría para odiar a un Musulmán, un Judío o un Gitano.  Ninguna.  Que soy de otra religión por ejemplo, y que deseo que adopten mi religión, solamente tendría derecho a mencionarles mi religión y a escuchar su posición, y la posición que adopte la persona con fe diferente debo respetarla. En la Biblia Jesús envía a los apóstoles a ir por el mundo a enseñar el mensaje de Jesús y hacer discípulos, pero reconocía que quienes no los recibieran o no los querían escuchar o seguir, simplemente les dejaran y siguieran su camino, no dijo que impusieran a la fuerza u obligaran a alguien a adoptar un mensaje, religión o forzar un cambio radical de vida sino que se respetara su libertad.

Me parece ridículo también escuchar a estas alturas personas que dicen que el Holocausto de la segunda guerra mundial no existió, es absurdo, hay muchas pruebas y testimonios, hay evidencias en video que demuestran el aspecto cadavérico de personas que sufrieron mucho injustamente, sin haber dado motivo o al menos haber una sola justificación para cometer tamaña atrocidad. Los que argumentan eso, creo que tienen corazón de piedra, o son realmente malvados y creo que buscan provocar a los que aún hoy sufren las consecuencias de semejante atrocidad, hasta niños fueron masacrados sin misericordia.

Creo que el mundo le debe a estos pueblos que hoy son errantes o discriminados sin razones válidas, a reconocerles los derechos a existir, a una reparación económica y moral, y sobre todo que sean respetados.  Pero eso no sucede así y creo que es uno de los factores de violencia y resentimientos entre culturas que hacen caso de ideas irracionales más acordes con el pensamiento de la edad de piedra que con el grado de civilización actual.

Son peores estas calamidades provocadas por el hombre que las que produce la naturaleza, las de los hombres, no conmueven y parecen no importarle a nadie, al menos en las naturales el mundo se solidariza más fácil y ayuda en algo al menos a los que viven estas difíciles circunstancias, aunque no siempre es así y no faltan factores de diversa índole y hasta perversos que condenan a las personas a la muerte o una vida miserable al caer en una desgracia sea o no provocada por el hombre.

Fuente de consulta y referencia:  

*Wikipedia