TUNGUSKA. EL MISTERIO EN QUE CONVIRTIERON LOS RUSOS EL SUCESO DEL 30 DE JUNIO DE 1908.
El acontecimiento presentado en la región de Tunguska en la parte Siberiana de Rusia de aquel 30 de junio de 1908, fue un fenómeno que debió haber sido investigado en profundidad y el Zar Nicolás II dejó pasar la oportunidad de tener un conocimiento que no sólo era necesario para su país sino para las futuras generaciones en el mundo entero.
Al parecer el hermetismo de los Rusos y de algunos países que se guardan en secreto este tipo de información, como si se tratara de datos de seguridad nacional, es una irresponsabilidad histórica y que se está convirtiendo en una práctica habitual en otros países del mundo. Similar al caso del supuesto ovni de 1947 y la cirugía que realizaron en Estados Unidos a un extraterrestre en el llamado caso de Roswell, nombre que tomó del lugar en donde ocurrió.
Ambos sucesos lo que terminan es sembrando todo tipo de especulaciones y dan ocasión a que las conjeturas y la tergiversación de los hechos alimenten la imaginación popular y no faltan los supersticiosos y personas que tratan de imponer ideas que rayan en lo ridículo.
Lo que aconteció en 1908 es todavía un misterio y nadie ha logrado con exactitud que pasó realmente, ya que solo se permitió abrir una investigación años después del suceso, para cuando ya es muy difícil obtener datos confiables y esperar resultados concluyentes.
Esa mañana del 30 de junio un objeto luminoso surca los cielos de ese inmenso país que es Rusia y ocurre una explosión de gran magnitud que gracias a Dios ocurre en una región deshabitada y que años después cuando se visita se ve la enorme cantidad de árboles destruidos y el gran alcance que abarcó en su paso de destrucción.
Considero que un evento de este tipo es simplemente un suceso natural, ya que la tierra al igual que todos los cuerpos celestes en el universo no es ajeno a la caída de meteoritos, objetos desconocidos que atraviesen su atmósfera, llámese como se llame pero que no debe caerse en el error de considerarlo como un evento paranormal, invasión extraterrestre o ideas relacionadas con el fin del mundo y que son utilizadas por grupos sectarios para llenar de terror y espanto a muchas personas y que han generado eventos lamentables como suicidios y alimentado fobias y problemas mentales.
Un suceso de la magnitud de Tunguska era clave para entender los riesgos a los que está sometido la tierra y la humanidad y sobre se perdió una gran oportunidad de entenderlos y buscar formas de neutralizarlos y evitarlos porque de volver a ocurrir nadie garantiza que no alcance una de las grandes urbes o que genere un suceso de alcance global que afecte el clima, los mares, la atmósfera en fin un cataclismo.
Pero si los gobiernos no apoyan la investigación seria de estos sucesos se convierten en los principales responsables de lo que ocurra en el futuro.
Los ciudadanos en los países deben exigir a sus gobiernos que permitan la investigación y que los dineros que aportan en impuestos sirvan para develar la realidad de estas cosas y que no permitan que terminen siendo parte de mitos, ideas sin sentido y lo peor de todo que no genere una cultura de prevención apoyada y basada en la ciencia.
Este aspecto debería ser tratado en organismos como la ONU y creo que son más importantes que definir si se permite o no el uso de drogas ilícitas y que terminan moviendo inmensos recursos económicos en apoyar campañas que no aportan nada al bienestar de la población, siendo principalmente la salud, la ciencia, la alimentación y el combate a la pobreza los verdaderos problemas de siempre y que en realidad nunca se afrontan con decisión y liderazgo.
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